2012-07-21 | Monterrey, N.L.- El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, defendió las conclusiones de la Procuraduría del estado, de que los 175 mil juegos de placas sustraídas de manera ilegal del Instituto de Control Vehicular (ICV) fueron trituradas y vendidas “por kilo” y advirtió que él no hará especulaciones.
“No voy a hacer especulaciones ni a dar opiniones al aire o al vuelo, esas son las conclusiones reales, duras, a las que llegó el Ministerio Público con pruebas contundentes, ahí están, ya se dieron a conocer a toda la opinión pública, a los medios de comunicación. Creo que son muy concluyentes; ya cada quien normará su criterio”, recalcó.
El mandatario priísta aseguró que en breve se hará público el seriado de las 175 mil placas y, “si existe alguna en circulación podrá acercarse al instituto a arreglar su situación”.
En conferencia de prensa, el procurador General de Justicia en Nuevo León, Adrián de la Garza, explicó el proceso de sustracción, destrucción y comercialización de las placas edición 2011, y reiteró que las unidades no se encuentran relacionadas con hechos delictivos.
“El Ministerio Público cuenta con pruebas, datos e indicios de que los juegos de placas de circulación sustraídas de la bodega del Instituto no están relacionadas con hechos de la delincuencia organizada”.
“Estas láminas oficiales para control vehicular tampoco sirvieron para regularizar autos ilegales”, añadió el fiscal del estado.
La dirigente estatal del PAN, Sandra Pámanes, exigió al estado evitar minimizar el asunto, al considerar absurdo que el procurador afirme que las placas fueron vendidas como materia prima.
“No es posible que se hayan vendido como materia prima y obtenido 900 mil pesos, cuando se ha documentado por los medios de comunicación el tráfico y la corrupción en el Instituto. Es un insulto a la inteligencia de los nuevoleoneses, el que pretendan decirnos que las placas desaparecidas fueron a parar a un molino, para venderlas como chatarra”, manifestó la panista.
Las investigaciones
El fiscal Adrián de la Garza dijo que la sustracción de las láminas de la bodega ubicada en la calle Antonio Garza Elizondo, Colonia Reforma, en Monterrey, así como la trituración y comercialización estuvo a cargo del coordinador de Operaciones del Instituto de Control Vehicular, Santiago González López, quien está prófugo.
“Todas las placas fueron sustraídas por el coordinador de operaciones, según consta en los sistemas de alarma y seguridad de la bodega”.
Por el caso están arraigados seis delegados de la dependencia y Homero González López, hermano de Santiago Adrián González.
En rueda de prensa, el procurador estatal explicó que al hermano del funcionario le fueron asegurados dos teléfonos celulares, en los que había imágenes de la forma en la que las láminas eran trituradas, empaquetadas y vendidas.
Explicó que el coordinador de operaciones del ICV, Santiago Adrián González, había escondido las 40 toneladas de placas en el taller de su hermano Homero González López, para después comercializarlas.
Resaltó que el gobierno estatal ofrecerá una recompensa de 500 mil pesos a quien dé información para la captura de Santiago Adrián.
Por su parte, el contralor del estado, Jorge Manjarrez Rivera, recordó que desde el pasado 11 de mayo se realizó una auditoría estratégica para investigar el robo de las placas, con base a una denuncia anónima.
Manifestó que luego de auditar las 24 delegaciones del ICV en el estado, se llegó a la conclusión del faltante de las miles de placas, por lo que el 6 de julio se presentó una denuncia.
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