Alargan vida útil del relleno sanitario de Chiltepeque



Alargan la agonía del relleno sanitario otros 15 años. Invertirá la empresa RESA 250 millones de pesos para la remodelación y adecuación del espacio


Antes de concluir la administración municipal, se iniciará la ejecución del proyecto para ampliar la vida útil del relleno sanitario de Chiltepeque, el cual tendrá una inversión de 250 millones de pesos que aportará Rellenos Sanitarios (Resa), a la cual se le amplió su concesión por 15 años más en el municipio de Puebla.

Como lo dio a conocer hace un mes Intolerancia Diario, el proyecto contempla la construcción de 70 pozos, la ampliación de la zona “B” del relleno en 20 hectáreas más de terreno, el entubamiento de un kilómetro de la barranca El Aguaje y la construcción de una planta tratadora de lixiviados.

El director del Organismo Operador del Servicio de Limpia, Gerardo Ornelas Alcántara, precisó que con esta medida se estará ampliando la vida del tiradero de basura hasta en 15 años más, lo cual no causará problemas a la siguiente administración. Y es que la empresa tiene la labor de hacer diferentes obras de ingeniería civil en el relleno de Chiltepeque como la expansión de la zona B con lo que se estaría llegando a 13 años más de vida útil y 4 millones 200 mil toneladas adicionales de disposición y residuos en esas 20 hectáreas .

Y es que actualmente la zona A del relleno sanitario tiene una ocupación del 95 por ciento y le quedan 3 hectáreas y dos años para la total ocupación por lo que se está en tiempo para realizar los trabajos en la zona B.

Lo anterior se desprende de un estudio realizado por la empresa Incremi, sobre la factibilidad de la vida del Relleno Sanitario de Chiltepeque, el cual determinó que el tiradero municipal aún cuenta con una vida de cinco años por el eficiente manejo que se desarrolla en el lugar. El director del OOSL enfatizó que con este resultado se tiene la tranquilidad de terminar esta administración de buena manera.
12 años de soportar plagas
Ya son 12 años en los que los habitantes de Santo Tomás Chiautla han peleado por las inconsistencias del relleno sanitario de Chiltepeque.
Lo mismo enfermedades en los pobladores que aguantar plagas de moscas y ratas. Los habitantes siguen calificando como una “marrullería” lo que hicieron las autoridades porque un 90 por ciento de la población se oponía a la instalación del tiradero, pero convencieron a los ejidatarios dueños del espacio de vender el terreno e hicieron a un lado la opinión de los habitantes.
El pueblo se oponía porque esta acción fue tomada arbitrariamente con la manipulación de los dueños de los terrenos para poder adquirirlo, aún cuando se compró a 3 pesos el metro cuadrado, la idea era hacer un relleno sanitario de alta calidad, pero para los pobladores sólo es un “cochinero”.
En un principio las autoridades garantizaron el buen funcionamiento y la calidad del terreno, lo cual contemplaba componer el terreno, la colocación de una malla especial para que después de quedar lleno un tramo del terreno se pusieran capas de tepetate para cubrirlo cada determinado tiempo, además, se colocaría una membrana para evitar el escurrimiento de los líquidos tóxicos que desprende la basura; sin embargo, por ese rumbo, al llover se filtra por la barranca y recorre su ladera contaminando los alrededores de la zona.
Hasta el momento, a decir de los afectados, los millones de toneladas de basura se encuentran al descubierto a pesar de que cada determinado tiempo se tiene que tapar para formar diferentes capas a lo largo y ancho del terreno. Los habitantes no se acostumbran a vivir con el olor desagradable que desprende la basura sobre todo por la mañana y tarde.
¿Y las autoridades?
En el 99 Carlos Quintero, comisariado ejidal de Santo Tomás Chiautla, denunció que el relleno sanitario de Chiltepeque no reunía las normas de control suficiente, por lo que generaría problemas de contaminación entre los vecinos.
En respuesta, luego de que en agosto del 99 habitantes denunciaron que el colector municipal de desechos no recibía mantenimiento y trabajaba con medidas higiénicas precarias, el alcalde angelopolitano Mario Marín Torres decía que funcionarios de la comuna efectuaron un recorrido por el relleno acompañados de los quejosos y verificaron que el tiradero estaba trabajando con normalidad.
En ese mismo año, el Organismo Operador de Limpia, a través de su titular, Blas Villegas, daba a conocer que se pondría en marcha el programa de separación de desechos mediante la adquisición de una planta que funcionaría en el relleno sanitario, luego de indicar que la petición de ajuste que hicieron las empresas concesionarias asciende a 6.5 por ciento con respecto al año anterior.
En el 2001 se anunciaba que a finales de septiembre iniciaba funciones la planta separadora de desechos en el relleno sanitario del municipio de Puebla, toda vez que a la fecha se registraba un avance del 60 por ciento en su construcción.
La inversión aplicada en la construcción de dicha planta era aproximadamente de 4 millones de pesos y permitiría diariamente reciclar 200 toneladas de desechos, entre papel, plástico y aluminio, acción que se hacía necesaria desde hace varios meses para lograr una mejor utilización y administración de la basura que llega al relleno sanitario, además que se permitía enviar a plantas de reciclaje lo que se llegue a recopilar.
En el 2003 las autoridades de doce de las 17 juntas auxiliares del municipio de Puebla tomaron los accesos de ingreso al Relleno Sanitario de Chiltepec, en donde impiden que entren camiones recolectores de basura. La medida es para obligar al alcalde a dotar de obras y servicios a sus comunidades.
El titular de OOSL, Alejandro Fabre Bandini, justificaba en el 2005 la contaminación en la barranca ubicada en la zona de Chiltepeque durante la elaboración de una presa con capacidad para 30 mil metros cúbicos dentro del relleno sanitario, que junto con las dos lagunas existentes de evaporación y con la corrección de la celda tres del lugar se reduciría un 50 por ciento la contaminación generada por los desechos líquidos de la basura.
Y aunque en las administraciones de Gabriel Hinojosa y Mario Marín Torres se construyeron lagunas de lixiviados, fue insuficiente su capacidad, por lo que se propusieron presumir en la administración de Luis Paredes Moctezuma, la creación de una de mayor capacidad, pero los retrasos en sus obras le provocaron dificultades.
Un relleno que agoniza
67 hectáreas, es la extensión del terreno
20 hectáreas, es la extensión de la sección A
95 por ciento de ocupación real
5 millones de toneladas de basura alojadas
El proyecto
20 hectáreas, es la extensión de la zona B
250 millones de pesos invertirá RESA
15 años la concesión por el servicio
70 pozos se edificarán
5 millones de toneladas recibirá el relleno
Numeralia
Mil 600 toneladas al día se depositan
65 por ciento de la basura es orgánica
35 por ciento es reciclable
3 por ciento no llega a su destino final

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