Le cancelan el registro de cura

Tras 20 años, cancelaron el registro del cura pederasta
La Segob inhabilitó A Nicolás Aguilar Rivera para oficiar misas
Selene Ríos Andraca/La quinta columna

Los cómplices y encubridores del párroco poblano que dejó víctimas sexuales en Cuacnopalan, Los Angeles, California, Ciudad de México y Tehuacán, se evidencian con los documentos que entregó el cardenal Norberto Rivera ante el tribunal norteamericano para defenderse de la protección que le brindó al sacerdote

Después de que el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco autorizara al cura pederasta Nicolás Aguilar Rivera oficiar en el 2001, la Secretaría de Gobernación federal dio de baja en 2007 al párroco poblano acusado de abusar sexualmente de al menos 86 menores de edad en México y Estados Unidos.

Tras 20 años de escándalos y denuncias sexuales, así como el eventual inicio de un procedimiento penal en la Corte Superior de California en contra del primado Norberto Rivera Carrera por conspiración internacional a la pederastia, el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez solicitó a la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Segob cancelar el registro de Nicolás Aguilar como sacerdote de la diócesis de esa ciudad.

Los cómplices y encubridores del párroco poblano que dejó víctimas sexuales en Cuacnopalan, Los Angeles, California, Ciudad de México y Tehuacán, se evidencian con los documentos que entregó el cardenal Norberto Rivera ante el tribunal norteamericano para defenderse de la protección que le brindó a Nicolás Aguilar.

Los documentos presentados por Cambio que involucran por primera vez de manera directa al arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco, son los mismos que entregó Rivera Carrera por exigencia expresa del tribunal estadounidense, autoridad que pidió todos los archivos formales e informales que contuvieran el nombre de Nicolás Aguilar.

Una vez que la víctima del oriundo de Huehuetlán el Chico, Joaquín Aguilar Méndez, presentara en septiembre de 2006 una denuncia en contra de Rivera Carrera y de la Diócesis de Tehuacán por encubrir a un cura pederasta, las acciones de defensa del obispo de la segunda ciudad más importante del estado no se hicieron esperar.

El 18 de diciembre del 2006 —tres meses después de que el caso de pederastia clerical en México reventara nuevamente a nivel internacional—, Rodrigo Aguilar Martínez y el canciller de la Diócesis de Tehuacán, Víctor Guzmán Evangelista, solicitaron la baja definitiva de Nicolás Aguilar, bajo el argumento de que el pederasta ya no oficiaba misas en ningún lado y por las “denuncias que ha habido en su contra, de todos conocidas”.

La carta va dirigida a Florencio Salazar Adame, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos y firmada por los dos jerarcas católicos de Tehuacán.


“Le comunico que el presbítero Nicolás Aguilar Rivera está registrado como sacerdote de esta Diócesis de Tehuacán, sin embargo, no está trabajando actualmente en la misma, más aún, tiene su domicilio fuera de la Diócesis, el cual desconozco. No se ha comunicado para ser reintegrado. Por estas razones y por las denuncias que ha habido en su contra, de todos conocidas, solicito sea cancelado el registro de sacerdotes de la Diócesis de Tehuacán ante esta Subsecretaría a su digno cargo.”


De acuerdo al documento, Nicolás Aguilar ya no oficiaba misas, empero, de acuerdo a un reportaje de El Mundo de Tehuacán —reproducido íntegro en Cambio el 27 de enero de este año—, el cura pederasta ofició en una iglesia de Zoquitlán, perteneciente a la diócesis que con estos documentos pretende eximirse.

Fue el pasado 12 de enero —hace ocho meses— cuando la Dirección General de Asociaciones Religiosas contestó de manera positiva la solicitud de Rodrigo Aguilar y le canceló el registro a Aguilar Rivera.

“En contestación a su escrito de fecha 18 de diciembre, mediante el cual notifica la baja del Pbro. Nicolás Aguilar Rivera, de la asociación religiosa en comento, me permito expresar lo siguiente (…) Baja del Pbro. Nicolás Aguilar Rivera, como asociado y ministro de culto de la Diócesis de Tehuacán, A. R.”, reza el documento firmado por el funcionario de la Secretaría de Gobernación, Servando García Pineda.

Periódicos como Cambio, Milenio y El Mundo de Tehuacán han consignado cómo Nicolás Aguilar ha recorrido iglesias de Morelos y de Puebla, sin que ningún sacerdote actúe en contra del cura pederasta.

Los sacerdotes que han recibido a Nicolás Aguilar actúan con el ejemplo de Rosendo Huesca, quien a pesar de los escándalos y las denuncias, otorgó el permiso para que el cura poblano denunciado en México y Estados Unidos continuara oficiando.

Cambio publicó ayer que el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco otorgó al cura pederasta Nicolás Aguilar Rivera un permiso para ejercer ministerio sacerdotal en la parroquia de Santa Clara Huitziltepec en abril de 2001, aún cuando los escándalos de abuso sexual de menores ya habían detonado en México y cuando en Estados Unidos se iniciaba la causa penal que tiene hoy a Norberto Rivera Carrera a punto de enfrentar un proceso penal en la Corte Superior de Los Angeles, California.

Mediante un oficio en poder de esta casa editorial, Alfonso Mejorada, canciller del Arzobispado de Puebla, le notifica a Nicolás Aguilar que su petición de oficiar en una parroquia de la arquidiócesis poblana ha sido respondida por Rosendo Huesca y Pacheco de manera favorable y que podrá apoyar eclesiásticamente a su mejor amigo, Gilberto Nájera Nájera.

Rosendo Huesca ha negado en reiteradas ocasiones haber conocido los escándalos sobre pederastia en los que se ha visto envuelto Nicolás Aguilar —acusado de abusar sexualmente de al menos 86 menores en México y Estados Unidos—, empero, las pruebas que presenta hoy Cambio —extraídas de los documentos que presentó para su defensa Norberto Rivera ante la Corte de California— terminan por hundir al arzobispo de Puebla.

El 18 de diciembre del 2006 —tres meses después de que el caso de pederastia clerical en México reventara nuevamente a nivel internacional—, Rodrigo Aguilar Martínez y el canciller de la Diócesis de Tehuacán, Víctor Guzmán Evangelista, solicitaron la baja definitiva de Nicolás Aguilar, bajo el argumento de que el pederasta ya no oficiaba misas en ningún lado y por las “denuncias que ha habido en su contra de todos conocidas”.

Rosendo Huesca ha negado en reiteradas ocasiones haber conocido los escándalos sobre pederastia en los que se ha visto envuelto Nicolás Aguilar —acusado de abusar sexualmente de al menos 86 menores en México y Estados Unidos—, empero, las pruebas que presenta hoy Cambio —extraídas de los documentos que presentó para su defensa Norberto Rivera ante la Corte de California— terminan por hundir al arzobispo de Puebla.

Las autoridades civiles y eclesiásticas fallaron
Selene Ríos Andraca/La quinta columna

El sacerdote Ignacio González Molina rompió el silencio de la Iglesia católica. En una breve charla con Cambio consideró que el hecho de que el cura pederasta Nicolás Aguilar Rivera continúe libre, obedece a que “las autoridades civiles y eclesiásticas fallaron”.

Entrevistado en el patio de la Escuela Libre de Derecho, Ignacio González Molina justificó los actos de pederastia, al asegurar que este problema “está en todos lados, pues es naturaleza del ser humano”.

González Molina enfatizó que “hay pederastas por todas partes. Investiga en la Secretaría de Educación Pública, en la Función Pública. Están en todas partes”.

Estas palabras las soltó después de asegurar que él no podía opinar sobre el encubrimiento de Rosendo Huesca sobre el cura pederasta: “No puedo hablar del tema. Creo que le corresponde a Eugenio Lira.”

Asimismo, dijo que los jerarcas católicos de Puebla no le ven con buenos ojos y que eso le detenía para opinar sobre el tema.

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